La larga historia de un entorno estructurado y puesto en explotación por la
Compañía de Jesús conserva de esta época notables vestigios como es el edificio neomudéjar, sede de la Facultad de Comunicación y Documentación con espacios ajardinados al gusto del Siglo XIX, fuentes, ruinas neogóticas y observatorios, hasta un recoleto cementerio invisible pero de extraordinaria quietud y belleza.